coboborda.org
/ensayos
   

Travesía liberal


Juan Gustavo Cobo Borda


Krauze, historiador y ensayista, ha escrito un libro agudo y fascinante. Le ha dado rostro humano a las ideas, las ha anclado en su lugar de origen y oyéndolas, en la propia voz de los protagonistas, las ha puesto a conversar entre ellas, en un diálogo universal.

Puede partir así de Polonia, la tierra natal de sus abuelos judíos, para escuchar a Lezlek Kolakowski y su diagnóstico sobre el fin del régimen soviético y la noche del marxismo.

Al querer abolir la propiedad privada y quedarse como un poder sin fe que lo sustente, irá surgiendo un Estado policiaco de espionaje y denuncia. Pero incluso una revolución cuyo destino apunta hacia un sistema totalitario, y que disfruta del apoyo de las mayorías o de una minoría sustancial tiene el contrapeso de derechos ?que se encarnan solo en los individuos como tales, derechos que ninguna mayoría puede conculcar?. Y añade: ?Si el veredicto de la mayoría es lo único que cuenta, habría que apoyar cualquier decisión de la mayoría, ya sea en el Irán de hoy o en la Alemania de Hitler. Pero los valores políticos y sociales de la tradición europea se vaciarían de contenido si el principio de la mayoría no tuviese por límites los derechos humanos individuales, imposibles de abolir? (p.100).

?De ahí la fascinación intelectual de otros de los interlocutores de Krauze, trátese de Octavio Paz en México o Isaiah Berlin en Oxford. Ambos saben sus límites, rectifican sus puntos de vista, pero reafirman cómo la crítica es imprescindible para la convivencia civilizada. Dice Berlin: ?La filosofía no conduce a un mayor conocimiento sobre el mundo; a una mayor penetración sí, y a una comprensión más amplia?. ?Las preguntas que Platón se formulaba siguen vigentes?.?

Y Octavio Paz, por su parte, precisamente enfrentado a las dualidades en su pensamiento que con agudeza Krauze le replantea, revisa, a partir de su libro germinal de 1950: El laberinto de la sociedad, sus ideas sobre la Nueva España, el porfiriato o el PRI. ?Con la máscara de la ciencia, el positivismo negó el mundo novohispano y el mundo indígena. O sea, a las dos grandes construcciones que hoy enorgullecen a los mexicanos? (p.148).?Entrevistas, de una parte, con pensadores e historiadores decisivos de nuestro tiempo, y a la vez ensayos analíticos del propio Krauze ya sea sobre Plutarco o la inquisición en México, ligados, con pertinencia, a las figuras con que ha dialogado, integran un cuadro vivo e inquietante de preguntas que nos conciernen. Las de Bernard Lewis sobre el retorno del Islam. Las de Paul Kennedy sobre la perdurabilidad de los imperios: ?Estados Unidos tiene bases militares en cuarenta países e instalaciones navales en otros diez. Parece una prueba evidente de poder. Hay que retroceder a los imperios británico o español para encontrar algo remotamente parecido. Pero, ¿cómo va a mantener esta estructura durante un lapso prolongado?? (p. 395).?

Terrorismo (la guerrilla de la aldea global), fundamentalismo, globalización, papel de América Latina: todo se encuentra en este libro de una riqueza impar. Pero también la larga duración de quien analiza el conflicto de Chiapas o las relaciones con Estados Unidos desde puntos de partida aun tan válidos como las enseñanzas del padre de las Casas o de Tocqueville. Ese marco tan amplio y sugestivo quizás nos permita situarnos mejor ante nosotros mismos. Ante lo que uno de los maestros de Krauze, Daniel Cosío Villegas formuló de modo radical refiriéndose a los países de América Latina: ?No han hecho una sola contribución de primer orden a la civilización y a la cultura occidentales; son confusos, desordenados; caminan dando bandazos, sin saber del todo qué quieren, a dónde van, abandonan ideas y propósitos y los reemplazan con otros sin mayor justificación; arrastran por años los más apremiantes problemas sin llegar a resolverlos plenamente; no son fuertes ni ricos; y eligen y consienten gobiernos vergonzosos? (p. 21).?Una incitación más para adentrarnos en este libro tan necesario como estimulante.



Juan Gustavo Cobo Borda

©2014