coboborda.org
/ensayos
 
Vinicius de Moraes 1913-1980

Juan Gustavo Cobo Borda


Se caso nueve veces, se llamaba a si mismo "el blanco mas negro del pais", se educó con los jesuitas y durante 25 años trabajó en el servicio diplomático, en destinos tan apetecibles como Paris, Los Angeles o Montevideo.

Expulsado por el régimen militar del mariscal Artur da Costa e Silva en 1968, en el 2012, treinta años despues de su muerte, un decreto firmado por el presidente Lula, lo reintegro, ascendiendolo al cargo de Ministro de Primera Clase.

La bossa nova, el cinema novo, la libertad de expresión, el tropicalismo y la Chica de Ipanema, letra suya y musica de Antonio Carlos Jobim, respiraron aliviados. Existía la justicia poética.
Incluso una figura antagónica, por su rigor conceptual y su trabajo en pro de una poesía de indagación formal, como la de Cabral de Melo Neto, podía dialogar, desde el humor, con el submundo bohemio de whisky, baile nocturno y piano, que Vinicius frecuentaba. Ambos eran ahora funcionarios expulsados por su defensa de la palabra sin censura. La fatiga que Cabral experimento al oir cantar a Vinicius sus textos donde siempre reaparecía, una y otra vez, la palabra corazón, lo llevó a preguntarse si no existirian acaso otras visceras, dignas de incorporarse al poema como higado, pulmon o páncreas.

En todo caso, ese intercambio, ese dialogo entre los poetas contribuye al enriquecimiento mutuo y a un género muy cultivado entre los autores brasileños. Las cartas o retratos de sus colegas, que funden confidencias con chistes o añoranzas. Profesiones de fe y reafirmación de que forman parte todos de una gran tradición. Asi Vinicius, en su "Saudade de Manuel Bandeira" lo llamara "áspero hermano" y en "Una carta a Tom Jobim, 1974", la nostalgia expresa la urgencia de tener un nuevo amor. Por su parte Ledo Ivo en O vento do mar, en una sugestiva silueta de Bandeira recuerda su único sueño inalcanzado : hacer el amor con una negra, antes de morir. 

Por ello, el perpetuo enamorado que era Vinicius alarga sus versos y extiende sus poemas en pos de las sucesivas mujeres, siempre apetecibles, siempre inabarcables, sean de carne o tengan alas. Exaltara su belleza, como en el ya clásico "Receta de mujer" o recalcara, en infinidad de sonetos, su fidelidad y su desvelo. Sus ansias y sus quejas. Los remanente de su trascendentalismo místico con la incorporación de un desembarazado tono coloquial que le da algo de comic cinematográfico a su "Una historia pasional. Hollywood, California" en la cual la jovencita solo accedera luego de que se haya divorciado y el desesperado incurrirá en el crimen y la consabida camara de gas.

Critico cinematográfico, amigo de Orson Welles, verá su obra teatral, Orfeo de la concepción, sobre los negros y las favelas, convertida en  Orfeo Negro (1959) por la cual el director Marcel Camus recibirá muchos reconocimientos, como la Palma de Oro en Cannes.
Poesía para compartir, en voz alta. Y poesía para reflexionar en soledad y silencio. Vinicius abandona el versículo bíblico, proveniente de Paul Claudel, por un tono mas íntimo y fraternal. Mas complice en fin,
    "Ven, amiga,
    mi desnudez es absoluta,
    mis ojos son espejos para tu deseo
    y mi pecho es tabla de suplicios,
    ven".

Pero en verdad la solicitada y anhelada no es otra que la misma poesía, a la cual se rehusara en su "Mensaje a la poesía" al no acudir a la cita, en estos terminos:
    "No puedo.
    No es posible
    Díganle que es totalmente imposible
    Ahora no puede ser
    Es imposible
    No puedo.

    Díganle que estoy tristisimo pero no puedo ir esta noche a su encuentro.
    Cuentenle que hay millones de cuerpo para enterrar
    Muchas ciudad que levantar, mucha pobreza en el mundo.
    Cuentenle que hay una criatura llorando en algun lugar del mundo
    Y las mujeres estan enloqueciendo y hay legiones de ellas gimiendo
    De nostalgia por sus hombres; cuentenlo que hay un vacio
    En los ojos de los parias, y su flacura es extrema; cuéntenle
    Que la verguenza, la deshonra, el suicidio rondan los hogares y es preciso     reconquistar la vida".


Juan Gustavo Cobo Borda

©2012